DTI-MRI revela efecto a largo plazo de lesiones cerebrales inducidas por explosiones

Empleando un tipo de imágenes por resonancia magnética (RM), los investigadores revelaron que los soldados que sufrieron lesión cerebral traumática leve (MTBI) desencadenada por explosiones presentan diferencias cerebrales a largo plazo.

Los hallazgos fueron presentados el 2 de diciembre de 2013, en el congreso anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), celebrado en Chicago (IL, EUA). Los conflictos recientes han originado que haya veteranos con una tasa de exposición de aproximadamente 20% a la MTBI inducida por explosiones o a un trauma resultante del fuego de morteros y artefactos explosivos improvisados. El diagnóstico puede ser difícil, especialmente en los casos leves. “La lesión cerebral traumática leve es difícil de identificar utilizando la TC [tomografía computarizada] o la resonancia magnética estándar”, dijo el coautor del estudio, P. Tyler Roskos, PhD, neuropsicólogo y profesor asistente de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Luis (San Luis, MO, EUA). “Otros métodos pueden tener mayor sensibilidad”.

Uno de estos métodos es el de imágenes por tensor de difusión (DTI), una aplicación de la resonancia magnética utilizada para identificar lesiones de la microestructura de la sustancia blanca, una región del cerebro que consiste principalmente en axones portadores de señales. Las alteraciones asociadas a daños en el movimiento del agua a lo largo de los axones son comparables en ciertos aspectos específicos con lo que podría ocurrir con una manguera de jardín, según el coautor, Thomas M. Malone, BA, investigador asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Luis. “A medida que el agua pasa por la manguera, desde la grifería hasta el riego, va en la misma dirección, pero si se perfora la manguera con un rastrillo, el agua se dispara por todos los lados”, dijo Malone.

En el estudio, los investigadores compararon los valores de anisotropía fraccional (FA) obtenidos con DTI para 10 veteranos de las Operaciones Militares de los EUA, Libertad Iraquí y Libertad Duradera, quienes habían sido diagnosticados con MTBI, con los de 10 individuos sanos de control. La FA mide la uniformidad de la difusión del agua en todo el cerebro, de modo que un valor bajo de FA tiende a indicar las áreas de lesión axonal. La mediana del tiempo transcurrido entre la lesión inducida por explosiones y la DTI fue de 51,3 meses. “El tiempo transcurrido desde la lesión es un componente novedoso de nuestro estudio”, dijo el Dr. Roskos. “La mayoría de los otros estudios sobre MTBI, relacionada con explosiones, examina a los pacientes en la fase aguda de la lesión”.

La comparación de los valores de FA mostró diferencias entre los dos grupos y hubo correlaciones significativas entre los valores de FA y la atención, el retraso en la memoria y los resultados de las pruebas psicomotoras. Debido a que las víctimas tenían en su mayoría más de cuatro años de haberse retirado sus lesiones, los resultados indican la presencia de un impacto a largo plazo de las lesiones por explosiones en el cerebro. “Este impacto a largo plazo sobre el cerebro puede ser el responsable de los síntomas cognitivos y conductuales que cursan en algunos veteranos con antecedentes de lesión traumática cerebral leve relacionada con explosiones”, dijo el Dr. Roskos.

Los resultados también sugieren que la DTI es sensible a las diferencias de grupo en la MTBI relacionada con explosiones, incluso en la fase post-aguda. “La DTI promete lograr una mayor sensibilidad para la detección de lesión traumática cerebral leve, en comparación con la RM/TC, incluso en la fase crónica”, dijo el Dr. Roskos. “La identificación de cambios en regiones específicas del cerebro puede ayudar al diagnóstico y al tratamiento de la lesión traumática cerebral leve para los veteranos”.

El Dr. Roskos explicó que esta investigación se orienta a la búsqueda de mejores formas para que los médicos puedan diferenciar entre una lesión traumática cerebral leve y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) en los veteranos, para optimizar el tratamiento. “Hay una diferencia, ya que la TEPT es de naturaleza psicológica y la MTBI es neurológica”, dijo. “Muchos veteranos que están en el sistema de salud están lidiando con una lesión traumática cerebral leve, un trastorno de estrés postraumático o ambos. Nuestro énfasis hoy está en encontrar los mejores tratamientos y medir el progreso del paciente. Las imágenes tiene el potencial para hacer eso”.

Enlace relacionado:
Saint Louis University School of Medicine